La paz, no es un estado permanente, existe por momentos, por instantes y desaparece antes de que nos demos cuenta. Podemos sentirla en cualquier momento, en el gesto de cariño de un extraño, en una tarea que requiere concentración o en el consuelo de la rutina.
Todos los días experimentamos momentos de paz, el truco está en saber cuándo suceden para poder abrazarlos, vivir los. Y luego, dejarlos marchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario